martes, 23 de octubre de 2007

La Educación Mixta y la Diferenciada: Ventajas y Desventajas

La Educación Mixta y la Diferenciada: Ventajas y Desventajas.


I. Conceptos Bàsicos.



1. Educación Mixta:




¿Educación mixta o diferenciada?
El antagonismo entre educación mixta y diferenciada se ha puesto en el debate actual en muchos países desarrollados. Algunos precisan que la primera es inconveniente porque no respeta las diferencias innatas entre el hombre y la mujer, mientras que por el contrario también se afirma que la educación diferenciada es discriminatoria y no se abre a la diversidad. ¿Cuál es la más conveniente?
Por Carlos Alberto Rosales PurizacaEducador y Analista Internacional
No se trata de generar una hegemonía de una sobre la otra sino ofrecer una educación libre que permita poder implantar sin dificultad y sobretodo sin prejuicios cualquiera de los dos sistemas de enseñanza como por ejemplo sucede en Australia, donde tanto los colegios mixtos como los diferenciados pertenecen a la educación pública y en igualdad de condiciones. Der Spiegel en el 2004 publicó un estudio realizado por el Instituto pedagógico de Kiel, según el cuál cuando los alumnos y alumnas eran separados para recibir enseñanza en determinadas materias, tanto el interés como las calificaciones mejoraban de forma significativa. El sociólogo Michel Fize en su libro Las trampas de la educación mixta refiere que “después de treinta años de experiencia en coeducación no se ha conseguido la pretendida igualdad de sexos y oportunidades”.La facultad de educación de la Universidad de Cambridge publicó un informe tras cuatro años de investigación bajo el cuál se destaca los altos beneficios que proporciona la educación diferenciada. Es falso pensar que para poder alcanzar la igualdad de oportunidades haya que educar a niñas con niños. Ambos son diferentes desde que nacen. En Suecia, Chris Heister publicó un informe titulado: Todos somos diferentes, y en el que demuestra que la causa del fracaso escolar radica en la obstinación por negar las diferencias sexuales entre niños y niñas.La Universidad de Bermont publicó también un estudio que duró cuatro años, realizado en doce países, indistintamente del nivel social y llegó a la conclusión que los varones tienden más a pelearse, a ser indisciplinados, a faltar a clase, a contestar al profesor. Eso prevé la necesidad de educarlos por separado. Financial Times publica todos los años una lista de los colegios que han sacado las mejores calificaciones. Los veinticinco primeros son colegios diferenciados.El principal argumento a favor de la educación diferenciada es que ésta tiende a mejorar el rendimiento académico de los alumnos. Separar a los alumnos por sexo para educarlos así en una determinada etapa de la vida no es discriminación sino por el contrario una educación que atiende a la totalidad de la persona en sí, a sus características específicas.Cuidado con pensar que hay que separar a los niños y niñas para favorecer a los primeros y perjudicar a las segundas. Tampoco tiene nada que ver con prejuicios morales o religiosos. Se trata de atender las diferentes cualidades para aprender que tienen tanto hombre como mujeres. Por ejemplo, en una clase razonada y analítica las niñas se aburren, pero si se explica de forma rápida y explícita son más bien los niños quienes se inquietan. Hay que respetar los ritmos de maduración psicológica de cada estudiante. Los colegios diferenciados no son discriminatorios siempre y cuando no perjudiquen el aprendizaje de los niños respecto de las niñas, o viceversa.The Sunday Times publicó un debate académico entre Anthony Seldon y Clarissa Farr (“The end of girls schools” 14.05.06), defensores de la educación mixta y diferenciada, respectivamente. El primero argumentó que en setiembre el investigador y profesor Alan Smithers (Universidad de Buckingham) publicará un estudio que demostrará que no existen pruebas que las niñas mejoren académicamente si estudian en colegios diferenciados. Se trata de un estudio hecho a 20.000 estudiantes según el cuál las mujeres no son mejores estudiantes que aquellas que estudian en colegios mixtos. Por el contrario, Clarissa Farr, precisa que en Inglaterra, las mujeres de colegios diferenciados obtienen mejores rendimientos que aquellas que proceden de colegios mixtos.Si los colegios mixtos reconocieran y propiciaran las diferencias intrínsecas entre los sexos, los resultados de los estudios referidos no variarían mucho. Salvo algunas excepciones –muy pocas conocidas-, los colegios mixtos han cometido el error de generar un igualitarismo neutralizante entre los sexos. No se trata de negarles a los niños y niñas su igualdad de derechos. Eso no está en duda, lo que está en debate es cómo hacemos para educar correctamente las diferencias sexuales innatas entre niños y niñas. Incluso en el aspecto formativo es conveniente separarlos porque existen temas que sólo competen a los adolescentes varones y del mismo modo sólo a las adolescentes mujeres, como por ejemplo, la polución nocturna y la menstruación, respectivamente. Asimismo, no es lo mismo llamarle la atención y corregir una inconducta a un varón que a una mujer porque el primero necesita mayor rigor, mayor firmeza. Mientras que la mujer requiere más sutileza, prudencia y delicadeza al momento de tratarla.Mi conclusión: personalmente me inclino por la educación diferenciada y no tengo el más mínimo prejuicio sexual discriminatorio. Sólo es conveniente durante la adolescencia porque en ella se generan unos cambios físicos, psicológicos y afectivos que requieren un trato diferente tanto para el varón como para la mujer. No se trata de educación injusta pensando que una es mejor que la otra. Se trata de adecuar la educación a las características específicamente sexuales de cada alumno o alumna. No hay que tener miedo pensando que eso generará un trauma social irreversible porque existen otros espacios que permiten un innegable intercambio de experiencias entre alumnos de diferente sexo

http://www.paginadigital.com.ar/articulos/2006/2006prim/educacion3/mixta-diferenciada-educacion-230506.asp

LOS PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN MIXTA
En España todavía vamos bastante por detrás, y el dogma de la coeducación parece intocable. ¿Qué problemas ha planteado la coeducación o la educación mixta para que se esté dando este giro radical en estos países?
Tras años de experiencia, se puede afirmar que no se ha conseguido la igualdad de oportunidades y de sexos, la violencia de género ha aumentado bastante, el rendimiento académico es más bajo y el respeto entre sexos se ha perdido en un porcentaje considerable.
¿Cuáles son las causas? Principalmente, que en la educación mixta no se respetan los diferentes ritmos de maduración de niños y niñas. Esta es una afirmación sobre la que los pedagogos tienen mucho que decir y aportar sobre su experiencia diaria, pero, por lo que he leído en revistas científicas y en libros de psicología evolutiva, de pedagogía..., las niñas maduran antes que los niños. El desarrollo cognitivo de los varones es más lento debido, de nuevo, a las diferencias cerebrales. El cerebro femenino es más maduro que el masculino durante los primeros años de vida. ¿Qué diferencia de madurez hay? Se calcula que, incluso en la época de la pubertad, se puede llegar en destrezas verbales, por ejemplo, a dos años de diferencia. Es decir, que una niña de catorce años puede tener e n lengua, escritura y en lectura la facilidad de un niño de diecisiete años. En estas materias las niñas van por delante en la escuela.
También los científicos calculan que estas diferencias de edad se dan, sobre todo, entre los seis y los diecisiete años, con especial incidencia entre los doce y los catorce, es decir, en plena etapa de la adolescencia, en pubertad. Pero las diferencias no sólo son en ritmos de maduración, sino que se ven también en intereses, aficiones, socialización, forma de exteriorizar los sentimientos, forma de reaccionar ante idénticos en los niños y niñas son diferentes, y este vota que tengan una diferente forma aprender.
Los niños funcionan muy bien cuando existe cierta competitividad, necesitan que haya competencia en el ambiente escolar. Les gusta que haya un ganador y un perdedor. Por eso, por ejemplo, formar equipos de de la clase es muy bueno para los vare Un sistema que no funciona para las niñas, que tienden a cooperar, pues son más solidarias, más empáticas. A las niñas no les g la competencia.
Los niños necesitan que exista "tensión" con el profesor, exigen cierta conflictividad latente. Las niñas, en cambio, "adoran" a profesora, serían capaces de hacer cualquier cosa con tal de que la profesora sintiera cariño por ellas. Esa conflictividad del varón les sirve en absoluto.
Los niños sobrestiman sus capacidades y sus posibilidades muchas veces: aun cuan lo están haciendo mal, se creen que lo este haciendo muy bien. Es necesario que alguien les ponga los pies en la tierra y les explique cómo está el panorama. A las niñas les sucede al contrario: tienden a subestimar sus posibilidades o capacidades y hay que ayudarles para que aumenten su autoestima.
¿Más diferencias? La testosterona. La testosterona marca profundamente las diferencias entre niños y niñas en la disciplina. Esta hormona masculina tan relacionada con el crecimiento muscular de los varones hace que sean movidos, inquietos, indisciplinados, brutos...característica que destaca especialmente cuando están al lado de niñas que son, por lo general, más quietas, más tranquilas; más disciplinadas...
Un estudio de la Universidad de Bermont (1997) -basado en el análisis, durante cuatro años, del comportamiento de los chicos y de las chicas en doce países, indistintamente del nivel social- llega a la conclusión de que los varones tienden más a pelearse, a decir tacos, a tener rabietas, a ser indisciplinados, a faltar a clase, a contestar al profesor... No son peores, son varones con esas características connaturales. Hay otro estudio, curioso, que demuestra que el varón necesitaría ocho descansos a lo largo de la jornada escolar para estar tranquilo, mientras que para la niña uno le resulta más que suficiente para sentirse relajada en clase.
La directora de un colegio mixto me comentaba que todos los años se sorprende al ver cómo se comportan en su primer día de clase niños y niñas de seis años. Ellas llegan y se sientan en los pupitres, cogen su lápiz esperando que se les diga lo que tienen que hacer; a ellos les tienen que "acorralar" para que se sienten en la mesa correspondiente, porque están "investigando"' merodeando, mirando a ver qué hay alrededor...
Esa misma tensión o movimiento de los chicos produce otro efecto. Si nos fijamos en los dibujos que hacen -y estoy hablando aquí de mi experiencia como madre-, los niños tienden a dibujar movimiento, "verbos" (un señor que se tira de un paracaídas, un partido de fútbol...) y las niñas tienden a dibujar "sustantivos" (una flor, una muñeca...).
Todas estas diferencias generan una asimetría en lo psicológico que acaba siendo inabarcable para el docente. Decía el gran pedagogo español Víctor García Hoz que, si en una clase mixta se explica de manera razonada y analítica, las niñas se aburren; pero, si se explica de forma rápida y explícita, los chicos se pierden. Por eso, si el docente no tiene el don de la ubicuidad, será preferible separarlos y explicar a cada uno según su método pedagógico adaptado a sus circunstancias. Este primer problema, el no respetar los ritmos de maduración, el no ser consciente de las diferencias en la forma de aprender de niños y niñas, conduce a otros problemas secundarios. Quizá el más importante sea el de la violencia de género. En la época de la pubertad, el chico es más inmaduro que la chica de su misma clase. La ventaja de las niñas es real y persistente en el tiempo, y este chico, siendo adolescente, se siente muchas veces frustrado ante esta inferioridad de condiciones y suele reaccionar a la contra con excesos de violencia, no con virilidad, sino con un virilismo machista que provoca problemas o conflictos de comportamiento en el aula.
Comenta Nicole Mosconi, profesora de Pedagogía de la Universidad de París, que está demostrado que en los colegios mixtos los estereotipos quedan reforzados. Están a la orden del día los comportamientos sexistas contra las niñas, comportamientos de violencia de género que van desde insultos hasta empujones e incluso acoso sexual.
Un estudio de la Universidad de Filadelfia afirma que el 81% de las niñas entre siete y dieciséis años ha sido alguna vez víctima de acoso sexual en el colegio. ¡Un 81%!. Aunque según la Asociación de Mujeres Universitarias Americanas el porcentaje es aún mayor.
Pues bien, esta violencia de género acaba produciendo un distanciamiento físico y psíquico entre niñas y niños. Muchas veces no tenemos más que observar cómo en las clases las niñas tienden a agruparse en un sitio y los niños en otro. O en los recreos, donde hay una especie de "hegemonía de lo masculino": Los niños tienden a dominar el patio y las niñas acaban formando coritos alrededor.
El problema dula violencia de género, unido al menor rendimiento de los chicos, conduce a una tercera situación paradójica: la vulnerabilidad masculina o la transformación del varón en el sexo débil pues es el que sale perjudicado finalmente. Como demuestran las estadísticas (o por ejemplo, el informe PISA) los chicos sufren un porcentaje mucho más elevado de fracaso escolar que las chicas. ¿Por qué? Porque el varón va por detrás de las chicas, el varón es más indisciplinado, es más movido, es más inquieto. Su naturaleza se lo impone. Y esto conduce a que se convierta en un ser molesto para el profesor o para el docente, porque se establece o se impone en las clases "el ideal femenino": las niñas son más tranquilas, más disciplinadas, las niñas van mejor, las niñas responden mejor, también pasan más desapercibidas... Se "criminaliza" la conducta del chico al compararlo con las chicas. Se les exige lo mismo -en el mismo tiempo y de la misma forma- que a las niñas, pero esto no "funciona" porque tienen una distinta forma de aprender.
Otras veces se llega a una situación injusta, como es la de situar a un niño -se supone-que con problemas por ser inquieto, movido- al lado de una niña que sea muy pacífica y trabajadora, es decir, se utiliza a las niñas como asistentas sociales o apagafuegos, y eso, al final, acaba afectando a la niña, que se ve alterada en su forma de trabajar.

MARTA CALVO CHARRO
Antes de comenzar debo aclarar que no soy pedagoga, ni psicopedagoga. La experiencia que tengo como docente es la que me proporciona la universidad, además de la que me puede dar ser madre de dos niños y de dos niñas. Por lo tanto, las razones por las que me sumergí en el estudio de la educación diferenciada partieron de estos ámbitos. Fueron dos razones: una jurídica y otra personal.
Una razón jurídica porque, como estudiosa del Derecho, me escandaliza y entristece ver cómo se está vulnerando actualmente el espíritu del art. 27 del texto constitucional. Este artículo reconoce en su párrafo primero el derecho a la educación en un marco de libertad de enseñanza. Fue un artículo de redacción muy complicada en el periodo constitucional, porque supuso una enorme dación de generosidad por parte de creyentes, no creyentes, izquierda y derecha, que llegaron a un consenso final sobre lo que era mejor para la sociedad, un punto de confluencia de posiciones antagónicas.
Y una razón personal porque, como madre, llevo a mis hijos varones a un colegio y a mis hijas a otro, y la presión ambiental me obligaba a plantearme si estaba adoptando la opción correcta. Cuando, en diferentes foros, explico que mis hijos van a un colegio y mis hijas a otro, lo que recibo suelen ser críticas. Normalmente, nos tachan de retrógrados, de conservadores, de contrarios al principio de igualdad de oportunidades... "¿Por qué les estáis haciendo esto a vuestros hijos?"' me llegaron a decir. Parece que estamos haciendo algo políticamente incorrecto, y parece incluso que es una acción susceptible de ser denunciada ante el Defensor del Menor o el Defensor del Pueblo. Como madre, empecé a cuestionarme si hacía lo correcto o no. Esto me llevó a investigar, a leer, a informarme. Quería tomar la mejor opción, la opción adecuada.
http://www.nuestrasnoticias.org/Comentario199.htm

PAOLA PEDRAZA
Modelo de enseñanza mixto
•Modelo de familia.
•Mujer: facilidades y maduración de emociones.
•Hombre. Escuchar con diligencia y constancia.
•Mayores relaciones sociales.

•Conocer y explorar intereses.
¿Por qué la educación mixta?
La diferenciación a nivel cerebral permite entender que niños y niñas utilizan diferentes estrategias nivel de aprendizaje, lo que se relaciona con sus habilidades, por lo cual el contexto mixto permite identificar y reproducir dichas estrategias de aprendizaje.
Por qué la educación mixta?

Permite que el docente aprecie y comprenda la diferencia que no está limitada a un imaginario cultural.

Por qué la educación mixta?
El desarrollo a nivel sociaafectivo se da en función de las relaciones y experiencias que se tienen con las personas y la expresión del afecto. La educación mixta permite que el niño-niña se desenvuelva en un ambiente más natural de interacción entre géneros.

Por qué la educación mixta?

La convivencia conduce al aprendizaje y comprensión de la diferencia, siempre y cuando el ente educador así lo entienda y procure el desarrollo de valores y principios.

Por qué la educación mixta?

Desarrolla mayor capacidad de adaptación, tolerancia a la frustración y comprensión.
Fuentes bibliograficas
•Eugenia Guzman.1983. Neuropsicología. Universidad Nacional.
•Aquilino Polaino-Llorente. Sobre la educación diferenciada por sexos. Revista Educar. 83,28.
•Doreen Kimura. 2004. Diferncias humanas del sexo y cognición, hecho o lío. Sexualities, Evolución y Género. 6, 45-53.
•Doreen Kimura. 2002. Las hormonas del sexo influencia el patrón cognoscitivo humano La Neuroendocrinología Pone letrasA. 23, suplemento 4. 67-77.
•José Antonio Alcazar. Educación diferenciada por sexos.
Fuentes bibliograficas
•www.diferenciada.org
•www.colegiosvirtuales.com
•www.educarchile.cl
http://virtual.ces.edu.co/datoscursos/21/Educaci_n_Mixta.ppt

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